viernes, 1 de julio de 2011

Avellana y Cereza






Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se moja la cara


con agua salada


sin sabor a pena.




Se roba del aire


un suspiro delirante


y se tiñe de rocío.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se envuelve las manos


con crema suave


y crea poemas.




Se muerde las ganas


que como vapor


de su piel sensual escapa.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se cansó de la sonrisa pintada,


de vestirse de blanco


y ser sombra roja guardada.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Esta noche


no cuenta estrellas,


ella imagina alcobas.

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