domingo, 31 de julio de 2011

Aproximarme

Aproximarme
descubir las mariposas
que revolotean en tu aliento.

Aproximarme
rozar con mis labios tus sueños
y hacerlos germinar en mi.

Aproximarme
darte en cada suspiro vida
y en cada caricia alas.

Aproximarme
hacer de nuestros pasos canciones
y de nuestros brazos refugio de invierno.

Aproximarme
inundarnos de clara pasión
y no decir nada más.

viernes, 22 de julio de 2011

Recuerdos




I


Son aguijones


los que caen del cielo
casi invisibles.






II


Los recuerdos
deslavados escurren


en la ventana.






III


A la nostalgia


le salieron piernas
regresó a casa.

jueves, 21 de julio de 2011

Fueron


A ellos, a ella, a mi...
Para ustedes son estas gotas
que tiñen el papel.

Para ustedes desenvuelvo
un pedazo de este mar,
que llamo "sentir".

Fueron el espejo,
la foto instantánea
enmarcada y sobre mi buró.

Fueron lo violeta en el cielo,
el destello en lo oscuro,
lo ilusoriamente cierto.

Fueron la elección
entre saltar sin parcaídas
o el disfraz de la sonrisa deslavada.

Fueron migajas de pan,
una ramificación más
hacia la ilógica realidad.

Fueron venda en mis ojos,
amnesia fingida,
y el rojo en mi retina.

Fueron cuchillos punzando,
zumbidos mudos del desierto,
estrellas fugaces distantes.

Fueron el esposo con amante,
la sutil distracción
para en este instante asumir quién Soy.

Fueron...

Hoy son polvo hecho risa,
leña fresca de mis sueños
para encender lo que Soy.

lunes, 18 de julio de 2011

El camino a la Ascención

Aparecieron a lo lejos dos caminos. El de la izquierda era recto y retorcido, lleno de claroscuros. Las lenguas que por ahí caminaban decían que el dueño de ese camino te dejaría caminar, siempre y cuando las experiencias que vivieras estuvieran regidas por el miedo, control, poder, duda, culpa y vergüenza.

---No es muy diferente al camino que he recorrido antes---pensó

Y por otro lado estaba el de la derecha. Un camino misterioso, con una luz imperceptible a los ojos, rodeado de mariposas y burbujas que los árboles emitían al respirar. Para andar por ese camino había que soltar la lógica y las identidades humanas. Uno no podía entrar con equipaje y menos si su ropa estaba costurada con viejas creencias. Así que para caminar en la simpleza, claridad, confianza y paz, había que soltar la certidumbre, había que adentrarse a lo desconocido.


Este camino le causaba excitación y a la vez temor. Entonces una pequeña voz le cantó:

---Explora sin miedo--- le dijo el saltamontes a la niña de ojos jade.

Ella le contestó--- ¿Pero qué hay de los dragones que se disfrazan de edificios? ¿Qué hay de las espadas que se mecen en el pasto como espigas? Hay tantos peligros ahí afuera, lo desconocido tiene su toque de vacío, de abandono, es tenebroso. ¿Y qué si los monstruosos sueños se materializan y me persiguen de por vida? ¿Y qué si…? ---

---¡Respira!--- el saltamontes paró en seco el incesante cuestionamiento y le dijo ---¡Respira! Lo desconocido está para explorarse, la incertidumbre es una constante cuyo antídoto es la confianza en uno mismo.---

El vacío--- el saltamontes prosiguió--- puede manifestarse como tu conciencia así lo elija. En tu camino podrás encontrarte dragones, espadas, monstruos o cualquier personaje que represente peligro. Sin embargo, la magia que habita en ti, hará que estos peligros tomen diferentes cualidades; podrás tener monstruos de chocolate o dragones como pequeñas aves, desvaneciendo así toda excusa que pretenda distraerte. Todo tomará la forma que tú elijas que tome.---

--- Lo desconocido es la vasija del vacío, la sustancia de tu conciencia, tú misma, sin etiquetas, miedos o juicios---

La niña de ojos grandes y ahora vidriosos, respiraba profundamente mientras sentía la sabiduría de las palabras del saltamontes, que como dulces campanas resonaban en su corazón.


---Mi amada niña de ojos jade, recuerda que la energía está para servirte y manifestar las historias que quieras vivir, aquellas que provienen de tu sentir. La energía no es estúpida, el humano la hace estúpida. Además, te diré lo que el ave carmesí me ha contado; el camino de la izquierda siempre tiene una brecha de salida que conecta al de la derecha, sin embargo una vez que estás en el de la derecha, jamás puedes volver a recorrer el de la izquierda, aunque parezca que lo haces, en realidad tu conciencia nunca retrocede---

Habiendo dicho esto, el último viento de otoño sopló, dándole la bienvenida al cálido invierno. El saltamontes le sonrió con compasión y miró en los ojos de la niña una lluvia caer. Ella cerró los ojos, respiró profundamente y con la confianza en sus bolsillos, se encaminó para adentrarse a lo desconocido.

martes, 12 de julio de 2011

Día 21 de invierno (última versión)



La constelación de Orión fue la cómplice y el sutil pretexto para encontrarnos. Tres viejas amigas compartían en el firmamento la luz de la eternidad, mientras que un vals se tocaba en nuestros corazones.



Miré tus ojos azules como la turquesa que colgaba en mi collar, en ellos reconocí un mensaje oculto esperando a ser descubierto, me apresuré a interpretarte en la negrura de la noche y en el revoloteo de las mariposas, para segundos más tarde descubrir la invitación que tus palabras me hacían: "seamos un mismo eco".



Me aproximé cabizbaja a un centímetro de tu piel morena, perdida en lo blanco del suelo y en el tamaño medio de tus pies. Lentamente te volví a ver; en ese instante en el que el cálido aliento salía de tu nariz y se colaba por mi cabello, alcé mi mirada para así extasiarme con la sonrisa que pronunciabas con tus labios.



Entonces... sin siquiera pensarlo el deseo me llevó a recordar en tus labios el sabor de un durazno. En mi delirio por tu boca descubrí tus secretos, enterré mis temores y me enamoré de la eternidad del espacio que, con cada beso, entretejíamos.


Morí en el fuego de nuestra pasión, recordé aquel verano debajo de las grandes copas de los árboles que se alzaban majestuosos en el jardín de mi abuelo, para así renacer en tus brazos este día número 21 de invierno.

Creé historias cada vez que mis manos recorrían tu cuerpo. Soné con unicornios de alas doradas y ríos de arcoíris cada vez que con ternura besabas mis ojos. Con tu presencia me trasladé a un mundo fantástico de imaginación e inocencia mezclado con la más intensa pasión.

Junto a ti y en ese instante, volví a Ser Yo Misma.

viernes, 8 de julio de 2011

Desestructuración


Estaba distraída, sumergida en las voces que han declarado a mi mente como su territorio, y sin darme cuenta, lo platos de porcelana de la abuela Eloisa se me escurrieron entre los dedos.


Era el fin de mi sistema de creencias. Cada creencia una cadena, un barrote de la mohosa cárcel para ser "niña buena", en donde el pan y el agua son los buenos modales. El linaje de antiguas enseñanzas sembradas en el seno familiar y abonadas por la iglesia, yacían en el piso como polvo y arena.


Se rompió la sonrisa pintada, las clases de etiqueta, la furia en el guardapelo como ave enjaulada, los codos fraternizando con el aire, las rodillas rezando, la blancura de pies a cabeza, la respiración cronometrada, las emociones en caja, la intimidad censurada, la sensualidad cubierta con gruesas sábanas. Yo, muerta en vida, con mi mirada miope, con un virus carcomiendo mis entrañas, jugando a las conquistas para crear un oasis en el líquido vital de los hombres, en el absurdo nombre del amor. En un instante, eso se rompió. Se hizo añicos la mierda que me educó, quedándome como un útero sin concebir.


Rodeada de margaritas, clavo, aceite y alcohol, esperé a ser reprendida por atreverme a burlar las normas de mi educación. Esperé escuchar cadenas acercándose, pero ni un grillo cantó. Por primera vez en veinticuatro años, pude saborear el sonido del silencio.


Me quedé mirando absorta el agonizante pasado sobre un piso inerte, pero no estaba distraída para comprender que en un rayo de sol, mi alma sería volcán en erupción, para convertirme en cenizas y así destruir la vieja nación construida sobre ideas de sufrimiento, miedo y drama; regida por virtudes de arena, rituales que encadenan y oraciones falsas.


Contemplé la perfección de mis experiencias, la metamorfosis gestada en mi interior. Compredí que esa vida es una celebración, cuyo pase de entrada es estar sin equipaje, sin esos fantasmas que te hablan con sus lenguas voraces y sin engranes mentales.


Muerta en vida, renací al ser polvo con la porcelana de la abuela Eloisa.

viernes, 1 de julio de 2011

Avellana y Cereza






Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se moja la cara


con agua salada


sin sabor a pena.




Se roba del aire


un suspiro delirante


y se tiñe de rocío.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se envuelve las manos


con crema suave


y crea poemas.




Se muerde las ganas


que como vapor


de su piel sensual escapa.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Se cansó de la sonrisa pintada,


de vestirse de blanco


y ser sombra roja guardada.




Ojos de avellana,


labios de cereza.




Esta noche


no cuenta estrellas,


ella imagina alcobas.