miércoles, 29 de junio de 2011
Eres
he de acostarme en tu silencio
y contarte mis secretos.
Eres un saco moldeable
hecho de hilos,
de plumas y aire.
Tu piel es blanca
y se adorna con colores naranjas,
amarillos, morados o azules.
Eres el baúl de mis caricias,
el escenario y espectador
de mis incontables fantasías.
Eres el guardián de mi primer beso,
el amante de amantes,
el confesionario de pasiones escondidas.
Eres la mejor de las amigas,
la vasija de mis lágrimas,
en tus brazos de pluma guardo mi alma.
Eres vida y eres muerte,
pues en ti descansan mis ideas
y otras les otorgas alas.
Almohada, para mí
eso eres.
lunes, 27 de junio de 2011
Fundido
que por las noches me miraba
con sus ojos blancos y redondos.
domingo, 26 de junio de 2011
Pequeños Versos 1
Es la punta de tus dedos
una suave brocha
con la que me pintas tus deseos.
Lluvia
El cielo canta
con sus gotas de agua.
viernes, 24 de junio de 2011
Trasciendo

Trasciendo el cauce habitual por el que se fugan mis palabras,
para explorar la selva inhabitada de mi creatividad.
Trasciendo los centímetros correlativos de las reglas que usan los niños,
que se acomodan para dar orden, lógica y sentido.
Trasciendo las viejas tragedias, los vasos semi-vaciós
para reírme en la cara del que se cree aburrido.
Trasciendo las normas sociales, las clases de etiqueta,
para vivir a gritos lo inadvertido.
Trasciendo lo que por años he consumido,
para crear con ese absurdo alimento, campos de alivio.
Trasciendo el incesante tic-tac del reloj,
para disfrutar las notas que en el silencio habitan.
Trasciendo las creencias empolvadas -sólo pan y agua-
para deleitarme con el banquete de mi propia alma.
Trasciendo mi identidad contenida en una caja,
la abro como un presente que con libertad se desenvuelve.
Trasciendo los caminos conocidos
para nadar en la indefinición de mi Conciencia.
jueves, 23 de junio de 2011
No negar

Adiós enmudecido
una media vuelta y la maleta vacía.
Junto a las blusas de manga larga guardé las pasiones de la madrugada
y con las botas se quedaron los paseos en San Cristóbal de las Casas.
El cuerpo sabía que eras una más de sus conquistas,
pero el corazón aún soñaba con algo más que un encuentro de sábanas.
Tu adiós fue un par de palabras enmudecidas
y el encuentro, tan sólo un paréntesis en nuestras vidas.
Un juego a escondidas, de gemidos, erotismo y risas.
Un juego del que no me arrepiento.
Tu adiós fue el retorno de mi pasión a carne viva,
la exaltación de mi sensualidad y mis sentidos.
Tu adiós fue un adiós enmudecido.
miércoles, 22 de junio de 2011
Hoy

Hoy observo el dulce silencio de mis certezas.
Hoy percibo la furia de las olas que producen mis sentidos.
Hoy escucho la achocolatada presencia de mi confianza.
Hoy saboreo la oscura incertidumbre de lo desconocido.
Pero siempre, a pesar de todo, doy un brinco y escucho lo amarillo.
Hoy escucho la voz del silencio que retumba en cada partícula de mi cuerpo.
Hoy observo las saladas gotas de nieve que saludan por mi ventana.
Hoy abrazo el color profundo del sonido que se cuelan por mis oídos.
Hoy saboreo la nitidez de mi propio Uni-Verso
Hoy percibo la majestuosa simpleza de lo que es cierto.
Y siempre que me expando, me contraigo de nuevo en el vacío.
lunes, 20 de junio de 2011
Siempre en mí

Cierro los ojos y respiro
observo tantos pedazos hechos añicos
tantas conquistas escenificadas en este lugar sagrado,
del que a veces me olvido.
No entiendo la inclemencia, la sumisión,
la falsa entrega de noches y días,
en donde creía saber lo que hacía
sedienta de calor, ávida de pasión.
Permití invasiones para hacer evasiones,
para olvidarme de mí,
me entregué a ti, a ese y aquél.
Jugué a volverme papel para teñirme de azul,
a ser nicotina y barro moldeable.
Profané el templo sagrado,
con el fin de hallar lo anhelado.
Lo hice con la ilusión de reencontrarme desde el fugaz instante,
pero nunca sucedió.
Como espejo roto el corazón se cuarteo,
la culpa se ruborizó, la soledad en cólera me abrazó...
hasta que comprendí que no llegó porque nunca se fue,
si no que siempre estuvo ahí.
Siempre en mí,
el sutil cobijo de este río rojo,
lenguaje de mi corazón.
Siempre en mí,
la verdadera compañia, profunda y compasiva.
Siempre en mí,
el vacío de mis sueños con el que tejo creaciones
y otros cuentos.
Siempre en mí,
sin ninguna evasión.
sábado, 18 de junio de 2011
Amarillo

La vida se vuelve amarillo canario
si escucho de tu voz
canciones en verde,
rojo y blanco.
Amarillo es una mezcla
de mis colores primarios,
celebración de la esencia,
expansión de lo inesperado.
El drama es negro,
y la vida se vive en amarillo
en una luz que ilumina,
en un amado brillo.
Amarillo sale de la boca de los niños
en cada juego, en cada aventura.
Y amarillo invade mis ojos
cuando realmente siento.
Es amarillo el río que fluye
por todo el cuerpo
que se emana con cada palpitar,
con cada respiración.
Amarillo es el nuevo color del amor
que se destila en un arcoiris
de mucho color.
Amarillo es el amigo
que en este viaje he conocido,
pequeño y hecho de hilos,
pero enorme como un león.
Cada día es lo amarillo
que me da la bienvenida.
Me despierta, me levanta,
me da calor.
Amarillo enojado
se viste de rojo
y se disfraza de naranja
cuando ríe a carcajadas.
Amarillo es la cuidad
en donde siempre vivo
cuando no hay nieblas
ni tornados en la cabeza.
Amarillo es el color de mi bandera
que lleva como himno:¡Claridad!
miércoles, 8 de junio de 2011
Hadas y Olas
Compartiendo mis sueños hechos literatura...
Entre sus sábanas de mariposas, Vanesa se refugió del frío, cerró los ojos y al abrirlos se encontró frente a un grupo de cincuenta personas distribuidas en cinco mesas redondas adornadas con manteles doradas. Las conversaciones a grandes decibeles y los ojos desorbitados, le hicieron pensar a Vanesa que ese grupo estaba a la espera de un gran acontecimiento. Dio la media vuelta y pudo reconocer todo un escenario, la tarima, el micrófono y las bocinas. De pronto el público presente la vio y empezaron a aplaudirle, entonces comprendió que era ella la protagonista de ese gran evento.
Con una parvada de aves en el estómago y sin la menor idea de lo que hablaría ese día, las palabras comenzaron a brotar de su boca y en ese instante pudo sentir una ola de sabiduría que la inundaba desde la cabeza hasta los pies. Le pidió a su audiencia que respirara con ella y que se permitieran entrar al mundo de las hadas, después de las segunda bocanada de aire que tomaron, como un espejismo en el desierto el escenario se desvaneció, no era más un salón frío con mesas, se había convertido en un bosque lleno de verdor, rayos de sol y un aire en el que se respiraba “Magia”.
Vanesa los llevó por un sendero cubierto de flores amarillas, naranjas y rojas, hasta llegar al punto de encuentro en donde se encontraban unas rocas cubiertas de musgo para sentarse; una vez acomodados, una fila de pequeñas criaturas luminosas desfilaron a su alrededor, ¡eran las hadas!, algunas con alas otras sin ellas. Vanesa y su público sonreían sin parar; súbitamente un niño se levantó de su roca y apuntó al cielo, las miradas se clavaron en una ola de cien metros de altura que se aproximaba. Antes de que Vanesa les pidiera que se calmen, se escuchó a lo lejos un estruendoso grito, Vanesa cerró los ojos y al abrirlos las lágrimas inundaban su rostro…las sábanas de mariposas aún la refugiaban del frío.
Violeta
