No, hoy no
no vas a ser un trofeo más
en el estante de ese aspecto
que le gusta coleccionar.
Ni seré esa conquista
con la que te paras el cuello,
no tiene caso,
por muy seductor que sea,
No, hoy no.
¿Para qué jugar juegos que conozco?
¿Para qué controlar lo incontrolable?
de nada sirve sostener esta duda
de nada sirve ensayar una postura.
Respiro profundo
en este instante,
permito lo nuevo
y, si vuelves a aparecer,
no será lo mismo.
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