Violeta

A Violeta le gusta un largo baño de agua caliente, volver a ser niña en la resbaladilla que tiene forma de túnel, descifrar a su alma con letras cuando se siente ausente, cantar a gritos desafinados canciones de la radio cuando maneja. Le gusta bajar a hurtadillas para abrir el refrigerador y llevarse en la boca “besos” con almendra, dormir hasta que Morfeo ya no la aguante, liberar las tensiones con un té de manzanilla preparado con miel y una cucharada de conciencia y vestir con su divinidad a la luna. Le gusta sentir la humedad del pasto en sus pies, ser creatividad efervescente, nadar en el misterio de su interior, mirar las curvas de su desnudez en el espejo, surfear con su imaginación en las notas de la música, dibujar mariposas de alas moradas en su cuaderno a rayas, encontrar en el brillo de sus ojos el amor eterno. A violeta le gusta ser lo que ella es, aunque eso signifique perder la razón.