jueves, 24 de febrero de 2011

Matices

Sentada en el borde de su cama, la oscuridad profunda la rodeaba con excepción de aquél destello de luz que dejaba ver ese espacio que existía entre cortina y cortina, y se colaba por la ventana...silencio...quietud...percepción...sentir...y de repente la claridad se hizo tan presente al contemplar la oscuridad, de repente su alma vibró extasiada por la simpleza de la comprensión anhelada; a pesar de que su mente no entendiera nada...
Sintió que la luz no le permite ver más luz, pues ya está tan cegada que sólo vez su resplandor, en cambio los matices de la oscuridad, que es tan suya, le permite contemplar con mayor definición lo indefinible e infinito de la luminosidad, le permite aceptar y disfrutar de todos los matices que su alma ha creado y con los que puede experimentar.
Respiró y escribió: "Amo esos matices grises y oscuros, esa oscuridad que me permite disfrutar de la luz más brillante que se cuela por mis ojos para vislumbrar la simpleza de mi vida, las líneas de mi cuerpo, la pasión y perfección de mi alma"
Son esos instantes expansivo tan reales, tan únicos y tan eternos, que le dan la vitalidad de esta experiencia de ser humano; esos instantes únicos e invaluables, incalculables e indefinibles, esos instantes tan inspiracionales para lo que ella es, para crear por mero gusto, por mero gozo, por mero placer; esos instantes en donde las experiencias de dolor o enfermedad se hacen nada, pero a la vez se alquimizan para ser tan honradas; ese instante en donde sabe con ilógica certeza que todo es perfecto en la imperfecta dualidad que se experimenta en esta realidad denominada "ser humana"

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